Zona centro de Guadalajara
Recorrido por el centro histórico de Guadalajara
EL CENTRO HISTÓRICO: RECORDANDO A GUADALAJARA ANTIGUA
El recorrido comienza por Plaza Liberación donde la historia nos llena de nostalgia
Por: Diana P. Cholico, Diana Chavez, Fernanda Silva

Imagen tomada de la Catedral de Guadalajara vista desde Plaza Liberación
La historia que se relata por las calles, junto a sus edificios históricos, como la catedral, lo hacen un lugar muy bonito para visitar; la iglesia católica es una de las más representativas del centro de Guadalajara por sus múltiples templos con una estructura impresionante con toques de arquitectura barroca. Nuestro centro es rico en la variedad arquitectónica en su mayoría, barroca y neo-clásica.
En un recorrido por las calles principales por donde cada año desfilan diferentes celebraciones, se disfruta un clima cálido la mayor parte del año y en los días más calurosos se disfruta nada mejor que con un tradicional tejuino, bebida a base de maíz, acompañado de nieve y un poco de chile en polvo.
Nos sentamos en la plaza liberación anteriormente conocida como "plaza de los tres poderes", en una de sus grandes jardineras, desde ahí contemplamos todo nuestro al rededor. Mirando alrededor de esta plaza, descubrimos los ingredientes que la convierten en un sitio espectacular de la capital de Jalisco; el Museo Regional que ocupa un edificio construido en el siglo XVIII con una interesante historia, el Palacio Legislativo, el Teatro Degollado y a un costado se encuentra el Palacio de Gobierno. El toque de la construcción de estos edificios nos remonta algunos siglos atrás donde las carrosas aún hacían ruido por la ciudad.
Nos sentamos en la plaza liberación anteriormente conocida como "plaza de los tres poderes", en una de sus grandes jardineras, desde ahí contemplamos todo nuestro al rededor. Mirando alrededor de esta plaza, descubrimos los ingredientes que la convierten en un sitio espectacular de la capital de Jalisco; el Museo Regional que ocupa un edificio construido en el siglo XVIII con una interesante historia, el Palacio Legislativo, el Teatro Degollado y a un costado se encuentra el Palacio de Gobierno. El toque de la construcción de estos edificios nos remonta algunos siglos atrás donde las carrosas aún hacían ruido por la ciudad.
Y a pesar de los años trata de conservar la esencia que caracteriza toda la zona del centro histórico. Edificios que resguardan historias, recuerdos y significativos momentos que han marcado la transición de una ciudad en progreso y en avances tecnológicos, políticos y sociales. Sí, todo lo que puedes reflexionar con una sola mirada a esos espacios y lugares que siempre están ahí pero que no siempre podemos apreciar. Como todas las artesanías y colores que abundan.
Continuando con el recorrido nos detuvimos en Avenida Juárez en dirección a Calzada Independencia donde el folclor y la cultura de la ciudad nos invitaron a disfrutar de los olores, sabores, colores y texturas del Mercado San Juan de Dios. La cultura que alberga este Mercado se puede percibir en los objetos en venta como ropa, zapatos, instrumentos musicales, artesanías mexicanas y, se puede degustar de las comidas típicas mexicanas y tapatías, dulces, carnes, frutas y verduras; esto y los más de 300 puestos que hay al interior lo han convertido en el Mercado techado más grande de América Latina.
Sí supiéramos cuántas historias se han callado o minimizado a lo largo de estas cuadras. De cuántos enfrentamientos, golpes y besos han sido testigo los grandes muros que engalanan la ciudad y caracterizan aspectos muy singulares, mitos que abundan. En el recorrido se pudo apreciar cuanto calidez existe, en las plazas, estacionamientos y puntos de reunión.
Sobre la Calzada Independencia se encuentra un medio de transporte contemporáneo; el Macrobús, nos hizo sentir melancólicos añorando el río San Juan de Dios que antes corría escandaloso y profundo sobre esa misma avenida. Hace muchos años, tantos, que hasta los habitantes habían olvidado el ruido molesto que aparece cada que arreglan calles, el polvo y la tierra que no nos permite el paso por las banquetas o calles; y personas como los testigos de cambios característicos. Es claro que al caminar nos enfrentamos a la inseguridad, a la multitud y poca conciencia por las actividades y necesidades del otro.
Solo las fotos nos permiten apreciar en su más natural esplendor, cómo lucían los caminos rodeados de un río. Cómo las estatuas, fuentes y diferentes monumentos que persisten, son los más claros ejemplos que la capital de Jalisco a pesar de su desarrollo urbano, sigue conservando su Centro Histórico como un estandarte para atraer turismo así también, la puerta a conocer la ciudad, vivir y disfrutar de lo que te ofrece como un centro histórico y lleno de historias por contar y revivir.
Por ello solo basta una tarde para reconocer el valor histórico de nuestros edificios, historias, cultura, personajes y costumbres que enmarcan una bella ciudad, dándonos una mirada panorámica de lo que nos representa tan mencionado lugar. No son suficientes las descripciones de una tarde soleada para apreciar el paseo y el paisaje que encontraras detrás de cada uno de los muros, abriendo una invitación para recorrer a pie las excentricidades que rodean esas calles.
Muy buena crónica!!!
ResponderEliminar(comentarios en el otro blog)
Muy padre su cronica, me gusto
ResponderEliminarMuy padre su cronica, me gusto
ResponderEliminarEs muy interesante su crónica. Me gusto mucho.
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